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Tu Cuerpo Partido | Primera Parte

La Rendija Calle 50 464-D, Mérida

Años sesenta del siglo pasado. En Mérida, en la casa paterna, un hombre hace memoria. Sus recuerdos –sensaciones y emociones asociadas a su casa y a su ciudad natal, pero, sobre todo, al mar– se confunden con los de otro hombre que vivió cien años antes y, siendo niño, vio morir a su madre a manos de los rebeldes mayas durante la larga y cruenta Guerra de Castas –que llevó a muchas familias “blancas” a huir de la península por la única vía disponible entonces: el mar. Tu cuerpo partido, ópera de Germán Romero (Mérida, 1966) con libreto del compositor, Raquel Araujo y Sásil Sánchez Chan, es una reflexión lírica sobre algunas facetas del ser yucateco. Mérida/Jo’, el mar, la casa y la muerte son los cuatro ejes en torno a los cuales se estructuran los discursos sonoro y visual de la pieza, que mezclan vivencias de quienes crecimos en la capital yucateca en la segunda mitad del siglo XX con la memoria de una herida histórica abierta: la del levantamiento indígena que ensangrentó la península entre 1847 y 1901. El título Tu cuerpo partido no alude solo al cuerpo de la madre del personaje que sufrió la guerra; también es una metáfora de la sociedad yucateca actual, cuyo componente maya continúa siendo víctima de despojo y discriminación. Este conflicto del ser yucateco se subraya en la ópera a través de pasajes en la lengua autóctona en los que, por medio de conceptos o imágenes poéticas, el pasado se hace presente. Hace casi un siglo, dentro del nacionalismo musical, se escribieron en Yucatán varias óperas de tema maya. Muy distinta de ellas por su lenguaje y su intención, Tu cuerpo partido es más sutil y hondamente yucateca en sus referencias a la brisa y el oleaje marinos, a las voces de los pájaros en la tarde meridana y a una historia que seguimos interrogando para hallar “tu jobnel éek’olche’ene’ (…) u chan juul sáasil… sáaschajij” (en el vientre de la oscuridad… un rayo de luz). -Enrique Martín Briceño   -Fragmento- Tu sangre corre por mi cuerpo, tu cuerpo partido.  Presente, un hombre recuerda, se pierde en su mente, relato en curso. La entrega de la primera parte de Tu cuerpo partido, presenta a Manuel, despertando en la madrugada, Mérida en mayo. Humedad, calor, insomnio. Se desdobla en metal, en piedra, en recuerdo de sí mismo, veinte años atrás, cuarenta años atrás. Regreso a una infancia con sabor a sal de mar. Anhelo de mar.  Recuerdos ajenos, de una guerra como una herida abierta, la que comenzó en la península de Yucatán en 1847. Una madre muere protegiendo a su pequeño niño, hijo que deja en la orfandad. Su memoria se bifurca, se desplaza a un pasado habitado por otros. Reconstruye una y otra vez historias que se van lejos, y cada vez, cambian, desdoblándose en el tiempo, dejando que las piedras, que los árboles y la genealogía no humana, ocupen un lugar en la historia.  Casa: Ja’e’ ts’ook ch’aajnaj yóok’ol in baakel, ts’ook pe’echak’ p’ata’ab weye’ jsa’at yéetel k’iin, u ta’anil kuxtal ku néentikubáaj te’e teejel ch’eenebilo’. Tin muts’aj u yich ti’ le k’iin táan tu’upulo’; tin k’alaj joolnaj.  Tin muts’aj in wich. Sobre mis huesos cayó la última gota de agua, la última huella desapareció con el sol, cenizas de vida se espejean por aquella ventana rota. Le cerré los ojos al día que se apagaba; cerré la puerta.  Cerré mis ojos. — Reparto: Manuel Uno                     Juan Ramón Góngora** Mujer Metal / Casa        Cristina Woodward Manuel Dos                      Zaab Dí Hernández*** Mujer Piedra                    Itzel Riqué Manuel Niño                    Adrian Matluacuatzi Ignacio Niño Ayari Jiménez   Asistente de dirección                                           David Hurtado Fotografía documental                                          Germán Romero Maestra de canto                                                   Cristina Woodward Maestra de canto de Adrián Matlacuatzin         Mónica Aguilera  Peinado y maquillaje Mujer Metal                       Nallely Gamino Diseño gráfico                                                          Carmen Ordónez   Voces grabadas en los estudios: Madcap Recordings (Ciudad de México) Ingenieros de grabación Diego Rosas y Rodrigo Rosas    ALG Record Music Studio (Mérida) Ingeniero de grabación Lázaro González    Producción y mezcla de audio     Juan García  Programación musical    Juan Pablo Munive   Créditos de versión de puesta en pantalla. Diseño y realización para pantalla Oscar Urrutia Guión  Raquel Araujo Cámaras y edición de video  Oscar Urrutia y Pedro Massa Transmisión Erik Soto

Tu Cuerpo Partido | Primera Parte

La Rendija Calle 50 464-D, Mérida

Años sesenta del siglo pasado. En Mérida, en la casa paterna, un hombre hace memoria. Sus recuerdos –sensaciones y emociones asociadas a su casa y a su ciudad natal, pero, sobre todo, al mar– se confunden con los de otro hombre que vivió cien años antes y, siendo niño, vio morir a su madre a manos de los rebeldes mayas durante la larga y cruenta Guerra de Castas –que llevó a muchas familias “blancas” a huir de la península por la única vía disponible entonces: el mar. Tu cuerpo partido, ópera de Germán Romero (Mérida, 1966) con libreto del compositor, Raquel Araujo y Sásil Sánchez Chan, es una reflexión lírica sobre algunas facetas del ser yucateco. Mérida/Jo’, el mar, la casa y la muerte son los cuatro ejes en torno a los cuales se estructuran los discursos sonoro y visual de la pieza, que mezclan vivencias de quienes crecimos en la capital yucateca en la segunda mitad del siglo XX con la memoria de una herida histórica abierta: la del levantamiento indígena que ensangrentó la península entre 1847 y 1901. El título Tu cuerpo partido no alude solo al cuerpo de la madre del personaje que sufrió la guerra; también es una metáfora de la sociedad yucateca actual, cuyo componente maya continúa siendo víctima de despojo y discriminación. Este conflicto del ser yucateco se subraya en la ópera a través de pasajes en la lengua autóctona en los que, por medio de conceptos o imágenes poéticas, el pasado se hace presente. Hace casi un siglo, dentro del nacionalismo musical, se escribieron en Yucatán varias óperas de tema maya. Muy distinta de ellas por su lenguaje y su intención, Tu cuerpo partido es más sutil y hondamente yucateca en sus referencias a la brisa y el oleaje marinos, a las voces de los pájaros en la tarde meridana y a una historia que seguimos interrogando para hallar “tu jobnel éek’olche’ene’ (…) u chan juul sáasil… sáaschajij” (en el vientre de la oscuridad… un rayo de luz). -Enrique Martín Briceño   -Fragmento- Tu sangre corre por mi cuerpo, tu cuerpo partido.  Presente, un hombre recuerda, se pierde en su mente, relato en curso. La entrega de la primera parte de Tu cuerpo partido, presenta a Manuel, despertando en la madrugada, Mérida en mayo. Humedad, calor, insomnio. Se desdobla en metal, en piedra, en recuerdo de sí mismo, veinte años atrás, cuarenta años atrás. Regreso a una infancia con sabor a sal de mar. Anhelo de mar.  Recuerdos ajenos, de una guerra como una herida abierta, la que comenzó en la península de Yucatán en 1847. Una madre muere protegiendo a su pequeño niño, hijo que deja en la orfandad. Su memoria se bifurca, se desplaza a un pasado habitado por otros. Reconstruye una y otra vez historias que se van lejos, y cada vez, cambian, desdoblándose en el tiempo, dejando que las piedras, que los árboles y la genealogía no humana, ocupen un lugar en la historia.  Casa: Ja’e’ ts’ook ch’aajnaj yóok’ol in baakel, ts’ook pe’echak’ p’ata’ab weye’ jsa’at yéetel k’iin, u ta’anil kuxtal ku néentikubáaj te’e teejel ch’eenebilo’. Tin muts’aj u yich ti’ le k’iin táan tu’upulo’; tin k’alaj joolnaj.  Tin muts’aj in wich. Sobre mis huesos cayó la última gota de agua, la última huella desapareció con el sol, cenizas de vida se espejean por aquella ventana rota. Le cerré los ojos al día que se apagaba; cerré la puerta.  Cerré mis ojos. — Reparto: Manuel Uno                     Juan Ramón Góngora** Mujer Metal / Casa        Cristina Woodward Manuel Dos                      Zaab Dí Hernández*** Mujer Piedra                    Itzel Riqué Manuel Niño                    Adrian Matluacuatzi Ignacio Niño Ayari Jiménez   Asistente de dirección                                           David Hurtado Fotografía documental                                          Germán Romero Maestra de canto                                                   Cristina Woodward Maestra de canto de Adrián Matlacuatzin         Mónica Aguilera  Peinado y maquillaje Mujer Metal                       Nallely Gamino Diseño gráfico                                                          Carmen Ordónez   Voces grabadas en los estudios: Madcap Recordings (Ciudad de México) Ingenieros de grabación Diego Rosas y Rodrigo Rosas    ALG Record Music Studio (Mérida) Ingeniero de grabación Lázaro González    Producción y mezcla de audio     Juan García  Programación musical    Juan Pablo Munive   Créditos de versión de puesta en pantalla. Diseño y realización para pantalla Oscar Urrutia Guión  Raquel Araujo Cámaras y edición de video  Oscar Urrutia y Pedro Massa Transmisión Erik Soto

Tu Cuerpo Partido | Primera Parte

La Rendija Calle 50 464-D, Mérida

Años sesenta del siglo pasado. En Mérida, en la casa paterna, un hombre hace memoria. Sus recuerdos –sensaciones y emociones asociadas a su casa y a su ciudad natal, pero, sobre todo, al mar– se confunden con los de otro hombre que vivió cien años antes y, siendo niño, vio morir a su madre a manos de los rebeldes mayas durante la larga y cruenta Guerra de Castas –que llevó a muchas familias “blancas” a huir de la península por la única vía disponible entonces: el mar. Tu cuerpo partido, ópera de Germán Romero (Mérida, 1966) con libreto del compositor, Raquel Araujo y Sásil Sánchez Chan, es una reflexión lírica sobre algunas facetas del ser yucateco. Mérida/Jo’, el mar, la casa y la muerte son los cuatro ejes en torno a los cuales se estructuran los discursos sonoro y visual de la pieza, que mezclan vivencias de quienes crecimos en la capital yucateca en la segunda mitad del siglo XX con la memoria de una herida histórica abierta: la del levantamiento indígena que ensangrentó la península entre 1847 y 1901. El título Tu cuerpo partido no alude solo al cuerpo de la madre del personaje que sufrió la guerra; también es una metáfora de la sociedad yucateca actual, cuyo componente maya continúa siendo víctima de despojo y discriminación. Este conflicto del ser yucateco se subraya en la ópera a través de pasajes en la lengua autóctona en los que, por medio de conceptos o imágenes poéticas, el pasado se hace presente. Hace casi un siglo, dentro del nacionalismo musical, se escribieron en Yucatán varias óperas de tema maya. Muy distinta de ellas por su lenguaje y su intención, Tu cuerpo partido es más sutil y hondamente yucateca en sus referencias a la brisa y el oleaje marinos, a las voces de los pájaros en la tarde meridana y a una historia que seguimos interrogando para hallar “tu jobnel éek’olche’ene’ (…) u chan juul sáasil… sáaschajij” (en el vientre de la oscuridad… un rayo de luz). -Enrique Martín Briceño   -Fragmento- Tu sangre corre por mi cuerpo, tu cuerpo partido.  Presente, un hombre recuerda, se pierde en su mente, relato en curso. La entrega de la primera parte de Tu cuerpo partido, presenta a Manuel, despertando en la madrugada, Mérida en mayo. Humedad, calor, insomnio. Se desdobla en metal, en piedra, en recuerdo de sí mismo, veinte años atrás, cuarenta años atrás. Regreso a una infancia con sabor a sal de mar. Anhelo de mar.  Recuerdos ajenos, de una guerra como una herida abierta, la que comenzó en la península de Yucatán en 1847. Una madre muere protegiendo a su pequeño niño, hijo que deja en la orfandad. Su memoria se bifurca, se desplaza a un pasado habitado por otros. Reconstruye una y otra vez historias que se van lejos, y cada vez, cambian, desdoblándose en el tiempo, dejando que las piedras, que los árboles y la genealogía no humana, ocupen un lugar en la historia.  Casa: Ja’e’ ts’ook ch’aajnaj yóok’ol in baakel, ts’ook pe’echak’ p’ata’ab weye’ jsa’at yéetel k’iin, u ta’anil kuxtal ku néentikubáaj te’e teejel ch’eenebilo’. Tin muts’aj u yich ti’ le k’iin táan tu’upulo’; tin k’alaj joolnaj.  Tin muts’aj in wich. Sobre mis huesos cayó la última gota de agua, la última huella desapareció con el sol, cenizas de vida se espejean por aquella ventana rota. Le cerré los ojos al día que se apagaba; cerré la puerta.  Cerré mis ojos. — Reparto: Manuel Uno                     Juan Ramón Góngora** Mujer Metal / Casa        Cristina Woodward Manuel Dos                      Zaab Dí Hernández*** Mujer Piedra                    Itzel Riqué Manuel Niño                    Adrian Matluacuatzi Ignacio Niño Ayari Jiménez   Asistente de dirección                                           David Hurtado Fotografía documental                                          Germán Romero Maestra de canto                                                   Cristina Woodward Maestra de canto de Adrián Matlacuatzin         Mónica Aguilera  Peinado y maquillaje Mujer Metal                       Nallely Gamino Diseño gráfico                                                          Carmen Ordónez   Voces grabadas en los estudios: Madcap Recordings (Ciudad de México) Ingenieros de grabación Diego Rosas y Rodrigo Rosas    ALG Record Music Studio (Mérida) Ingeniero de grabación Lázaro González    Producción y mezcla de audio     Juan García  Programación musical    Juan Pablo Munive   Créditos de versión de puesta en pantalla. Diseño y realización para pantalla Oscar Urrutia Guión  Raquel Araujo Cámaras y edición de video  Oscar Urrutia y Pedro Massa Transmisión Erik Soto