Androgeo, heredero al trono de Creta, fue asesinado en Atenas. El rey Minos celebra su venganza cobrando el tributo de catorce jóvenes atenienses, quienes encontrarán la muerte en el Laberinto donde mora el Minotauro. Criatura mitad hombre y mitad toro, producto de los amores de la reina Pasifae con aquel toro blanco que los dioses hicieron emerger del mar como señal del derecho de Minos al trono de Creta. El rey ha convocado a palacio a Lidoro, príncipe de Epiro, y a Baco, príncipe de Tebas, para exhibir la conquista de tener prisionero a Teseo, príncipe de Atenas. Pero su hija Ariadna, quien secretamente colabora con la liberación de Atenas, ayudará a escapar a Teseo, de quien se ha enamorado. La hermana menor, Fedra, desea siempre lo que su hermana tiene. Así se enredarán los caminos, y la fortuna tomará sus apuestas.
En esta obra, escrita para el cumpleaños del Conde de Galve, recién nombrado virrey de la Nueva España, Sor Juana cuestiona quién puede y debe, ejercer el poder. En voz de Teseo parece aleccionar al rey, sobre el honor y el heroísmo del guerrero. Pero Teseo no es un héroe impecable, sus conquistas son cuestionables. Las relaciones de cada uno de los personajes están empañadas por deseos laberínticos.
En la figura de Minos, nos preguntamos ¿El dolor por la pérdida de un hijo justifica la violencia, la venganza? Miramos el texto desde el México de hoy, revisando algunos bordes de género y opacidad de la verdad. La apariencia vs. la búsqueda del amor en un mundo de solitarios.
Admisión general: 90 pesos.
Estudiantes e INAPAM: 60 pesos.
Fotografía: Alfredo Millán.